La Casa Blanca estima en unos 16.5 billones de dólares la partida que Florida podría recibir en el renglón de inversiones en infraestructura. La secretaria de Energía, Jennifer Granholm, confía en que el Estado del Sol podrá elevar el uso de energía solar para consumo interno y nacional con miles de millones en inversión.
Hay algo esencial que reconoce el acuerdo de infraestructura bipartidista aprobado el 10 de agosto en el Senado, la urgente necesidad de potenciar el desarrollo del país a través de un frente común: el cambio climático, y Florida puede ganar demasiado cuando los recursos comiencen a fluir para potenciar la industria energética local -sostenible- de la cual el estado obtendría beneficios desde cualquier óptica para calibrar sus finanzas.
Será 1 trillón de dólares que el Gobierno del presidente Joe Biden inyectará a todos los estados que necesitan con urgencia modernizar sus infraestructuras e invertir en desarrollo sostenible y empleos.
El camino, de momento, luce menos convulso que cuando surgió la propuesta, luego de que el Senado aprobara el plan gracias a una coalición de demócratas y republicanos, con el que impulsan la primera fase de la agenda de Biden. El proyecto de ley ahora pasará a la Cámara de Representantes.
Es cierto, Estados Unidos es una nación de colosales construcciones, enormes puentes y superautopistas, pero caducas o urgidas de relevo a medida que los años pasaron y el país creció.
La Casa Blanca estimó en unos 16.5 billones de dólares la partida que Florida podría recibir en el renglón de inversiones en infraestructura a la red de autopistas, puentes, reparaciones de vías, la edificación del sistema de cargadores de vehículos eléctricos, o la expansión de la banda ancha en todo el estado, además de optar por financiamiento extra de un fondo con hasta $30 billones.
En Florida hay 408 puentes y más de 3.564 millas de carreteras en mal estado. Desde 2011, los tiempos de viaje al trabajo han aumentado un 11,6% en el estado y, de media, cada conductor paga 425 dólares al año en costes debido a que conduce por carreteras que necesitan reparación, según la hoja informativa de la Casa Blanca para Florida.
La energía y su obtención ha sido el Talón de Aquiles de la supremacía económica estadounidense como potencia global durante décadas.
Esa diversificación, como en el pasado, vuelve a ser un reto a corto plazo, sobre todo, cuando el cambio climático está costando miles de millones de dólares que, a la inversa, pueden utilizarse para prevenirlo conforme se generan empleos, negocios e impuestos.
“La red de transmisión eléctrica del país necesita mucha inversión. Y si vamos a llegar a este objetivo del 100% de energía limpia, Florida podría realmente contribuir a eso, dado que es el ‘Estado del Sol’”, dijo la secretaria de Energía, Jennifer Granholm en una entrevista con el Proyecto ITEMP.
El anteproyecto de Ley de Empleo e Inversión en Infraestructura que se abre paso para discusión ahora en el Congreso destina 550 billones de dólares en nuevos fondos federales para asuntos que van desde la reparación de carreteras y puentes, mejoras en las opciones de transporte, penetración de Internet, hasta inversiones en el sistema de agua potable, energía, aeropuertos, resiliencia y más.
Los senadores por Florida Rick Scott y Marco Rubio, ambos del Partido Republicano, votaron en contra del proyecto.
Lo más inmediato
A Florida le urge una buena parte de ese mastodóntico presupuesto para, entre otras prioridades, potenciar el uso de energías limpias como una manera de diversificar sus fuentes de consumo. También, para permitir exportarla dentro del país en ese objetivo de autosuficiencia energética que la nación aspira.
La electricidad representa 90% de la energía que consumen los hogares de Florida, y el gasto anual en electricidad, que asciende a 1.900 dólares, es 40% superior a la media de Estados Unidos, según la Encuesta de Consumo Energético Residencial de la Administración de Información de Energía (EIA).
“Si Florida decidiera tomarse en serio la energía solar, sería el quinto estado del país con mayor capacidad de producción de energía solar compacta. Pero ciertamente, hay que ampliar la red nacional energética, duplicarla, para dar cuenta de la energía limpia que queremos poner en ella”, admitió Granholm.
Según el Departamento de Energía, Florida es el cuarto estado del país que más energía consume, casi ocho veces más de la que produce.
Al mismo tiempo, es el segundo mayor productor de electricidad, después de Texas, lo que revela un potencial estratégico de negocios y empleos que, de acuerdo con la secretaria Granholm, puede traer el plan de infraestructura.
No por nada es llamado el “Estado del Sol”, Florida guarda un potencial significativo de energía solar, así como importantes recursos de biomasa, algunas reservas de petróleo y gas natural, y plantas nucleares que son clave para alimentar la red eléctrica nacional.
Precisamente el proyecto de ley de infraestructura concede $6 billones en gastos para plantas nucleares, que otorgan 19% de la electricidad del país, dos de las más grandes localizadas en Florida, por lo cual otra tajada de los fondos podría llegar al estado si los operadores de esos complejos demuestran que necesitan de esta asistencia federal extra para continuar operando.
Para Florida la segunda fuente más grande de generación de energía es nuclear. Las dos centrales nucleares del estado, ubicadas en la costa atlántica, proporcionan más de una décima parte de la generación neta de la península.
Una tercera planta de energía nuclear, en la costa del Golfo del estado, dejó de generar energía en 2009.
“Apoyo firmemente el mantenimiento de las centrales nucleares que tenemos porque proporcional más del 50% de la energía limpia que tiene Estados Unidos ahora. Y si nos deshacemos de ellas, nunca podremos alcanzar el objetivo del presidente Biden de un 100% de electricidad limpia en 20 o 35 años”, manifestó Granholm.
El proyecto de ley proporciona 73 billones de dólares para modernizar la red eléctrica del país para que pueda transportar más energía renovable, siendo la mayor inversión en la historia estadounidense en transmisión de energía.
“Tenemos que asegurarnos que la red eléctrica no va a ser volada por los huracanes o congelada en el invierno de Texas o bombardeada de fuego por el verano de California. La conclusión es que es absolutamente necesario invertir en ella”, dijo la secretaria.
Nueva economía
La Sra. Granholm ha sido por años una defensora a ultranza del desarrollo de la energía renovable, y como exgobernadora de Michigan puso en práctica políticas orientadas a este sector, por lo cual el presidente Biden la designó como secretaria de Energía en un momento clave para cumplir su agenda contra al cambio climático.
De acuerdo con el gobierno, en otra ley que los demócratas presentarán en solitario, habrá una inversión en créditos fiscales para incentivar al sector privado a seguir construyendo esa red nacional.
Con el cambio climático como una realidad ineludible, con advertencias de los expertos sobre los riesgos de la subida del mar en la vida de las ciudades costeras, para Florida no ver bajo el agua sus urbes en varios años es un desafío colosal para lo cual la administración Biden quiere preparar al país en vista de las consecuencias que desde hace una década son alarmantes para EEUU.
El proyecto de ley bipartidista tiene $50 billones para la resiliencia hasta ahora para inversiones en lugares que particularmente están expuestos al cambio climático como Florida.
“Entre 2010 y 2020, Florida sufrió 20 fenómenos meteorológicos extremos que costaron al estado unos cien mil millones de dólares en daños. Así que tenemos que asegurarnos de que las comunidades son resistentes a estos fenómenos. Incluso mientras invertimos en asegurar que abordamos el cambio climático, conseguimos más energía renovable y menos combustibles fósiles”, agregó Granholm.
La legislación incluye $ 3.5 billones para la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) para reducir los daños por inundaciones, una partida de la cual Florida se beneficiaría en vista del uso de asistencia que cada año requiere por efecto de las lluvias o la temporada de huracanes.
“Construir y reconstruir comunidades es extremadamente caro”, advirtió la funcionaria. “Mejor es atajar el problema de fondo”.
“En los últimos cinco años, el promedio que Estados Unidos ha estado gastando en esto es de 125 mil millones de dólares anuales. Si nos remontamos a 1980 eran unos $17 billones al año. Así que estamos viendo un aumento dramático de los costos”.
Las proyecciones de la Asociación de Fabricantes de Equipos (AEM) es que el plan bipartidista crearía más de 500.000 puestos de trabajo de fabricación, incluidos 100.000 puestos de trabajo de producción de equipos estadounidenses, solo durante el primer mandato del presidente Biden en 2025.
“Estos son trabajos altamente calificados en áreas principalmente rurales que pagan un ingreso anual promedio de $ 88,000, que es un 35% por encima del promedio nacional actual”, resaltó el informe de la AEM, una organización que representa a los fabricantes y proveedores de la industria agrícola y construcción en todo el mundo.
Una buena tajada para Florida
Dado que los legisladores están enfocados en el extenso proyecto de ley, los detalles adicionales del plan publicados por la Casa Blanca el miércoles 4 de agosto mostraron que Florida puede esperar fondos que representarían hasta un 12% extra de su presupuesto anual si el plan logra aprobarse en el Congreso, según cálculos de ITEMP.
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El presupuesto para el año fiscal 2021-2022 firmado en junio por el gobernador Ron DeSantis asciende a $101.5 billones.
Según la Casa Blanca Florida esperaría recibir $ 13.1 billones para programas de ayuda federal asignados a las carreteras y $ 245 millones para el reemplazo y reparación de puentes bajo la Ley de Empleos e Inversión en Infraestructura durante cinco años.
Las autoridades estatales también pueden competir por el “Programa de Inversión de Puentes” de $ 12.5 billones para puentes económicamente significativos y casi $ 16 billones de fondos nacionales en el proyecto de ley dedicado a obras importantes que un enfoque económico en beneficio de las comunidades.
En materia de mejoras del transporte público estatal, Florida esperaría recibir $ 2.5 billones a lo largo de cinco años, un beneficio más que estratégico para un estado donde los residentes que utilizan estos medios pasan un 77,9% más de su tiempo viajando al trabajo y los hogares no blancos tienen 3,5 veces más probabilidades de viajar en transporte público, de acuerdo con el documento.
El proyecto de ley también respaldaría la expansión de las redes de carga de vehículos eléctricos en consonancia con la meta del presidente Biden de posicionar a Estados Unidos a la vanguardia de los vehículos eléctricos, sobre todo, superando a China que lidera la industria en este momento.
Con unos $ 7.5 billones que estarían destinados para desarrollar estaciones de carga de vehículos eléctricos en todo el país, Florida espera recibir 198 millones de dólares en cinco años, y 2.5 billones de dólares de subvención dedicados vehículos eléctricos.
En principio el presidente Biden había solicitado $ 15 billones para las estaciones de carga de vehículos eléctricos con miras a cumplir su promesa de campaña de construir 500,000 de ellos, pero los republicanos consideraron la partida excesiva.
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Otros 100 millones se destinarán para brindar cobertura de banda ancha en todo el estado, incluido el acceso a al menos 707,000 floridanos que actualmente carecen de ella.
Bajo el proyecto de ley en discusión unos seis millones o el 30% de las personas en Florida serán elegibles para el “Beneficio de Conectividad Asequible”, que facilita a las familias de bajos ingresos pagar la factura de Internet, según el desglose de fondos de los funcionarios de la Casa Blanca.
La secretaria Granholm reconoce que el reto de lograr una discusión rápida y los votos necesario de los propios demócratas en el Senado, es un desafío para todos aquellos que respaldan el proyecto de ley en ambos partidos. “Todavía es una negociación un poco delicada. Todavía no estamos ahí, pero nos sentimos bastante bien”.
Para el presidente Biden y todos a los que ha logrado convencer de las bondades de su proyecto legislativo, incluso dentro del partido republicano, el objetivo de este millonario paquete de gasto para los próximos 10 años, es determinante desde una perspectiva medioambiental, pero, además, urgente y estratégica ante el avance de China en diversas industrias de nuevas tecnologías.
El presidente Biden estaba luchando por un paquete de 3 billones de dólares, pero consiguió 1 billón de los republicanos durante la negociación bipartidista, lo que del todo no desanima a los demócratas a conseguir el resto a través de otro proyecto de ley.
Los detractores critican las grandes cantidades de gasto exigidas en el paquete.
La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) publicó el jueves un análisis que revela que el plan de infraestructura bipartidista agregaría $ 256 billones al déficit federal durante los próximos diez años.
La Casa Blanca, sin embargo, ve en esta iniciativa una oportunidad determinante para las próximas dos décadas.
“El Acuerdo Bipartidista de Infraestructura y mi plan Build Back Better harán crecer nuestra economía y crearán un promedio de 2 millones de empleos bien pagados cada año durante la próxima década”, argumentó Biden recientemente.
The Bipartisan Infrastructure Deal is a historic, once-in-a-generation investment in our nation’s infrastructure. It will create good-paying, union jobs repairing our roads and bridges, replacing lead pipes, and building energy transmission lines.
We can’t afford not to do it.
— President Biden (@POTUS) August 7, 2021
Para Granholm la razón por la cual el presidente la eligió secretaria de Energía “es por mi obsesión con la creación de puestos de trabajo bien remunerados en EEUU en una economía global. El sector de la energía limpia va a crear un mercado de 23 billones de dólares para finales de 2030. Todos nuestros competidores están luchando por ese mercado. Y no podemos quedarnos de brazos cruzados”.
Metodología de elaboración: Manejamos las cantidades sobre la base del sistema numérico anglosajón. Un billón representa mil millones, que se expresa por la unidad seguida de nueve ceros. Recopilamos estadísticas oficiales de varias agencias federales, así como material aportado por la Casa Blanca al Proyecto ITEMP. La entrevista con la Secretaria de Energía se realizó el jueves 5 de agosto.