A medida que Florida se reabre el riesgo de un virus más feroz está latente
La velocidad con la cual las variantes del coronavirus se están propagando sobre Florida a un ritmo alarmante, dibuja un escenario poco alentador para la vuelta a la normalidad absoluta, y a medida que el gobierno estatal se dedica a relajar las precauciones, el camino a un fin de la pandemia luce lejano.
A partir del 5 de abril, los residentes de Florida serán elegibles para recibir cualquier vacuna COVID-19 según lo prescrito por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). En mayo todas las persona podrán inocularse sin importar edad, permitiendo a los más de 20 millones de habitantes del estado quedar protegidos, aunque los expertos advierten que esto no será suficiente para contener el virus.
Unos 6,2 millones de residentes del estado han sido vacunados hasta el 2 de abril, y en todo el país unos 162 millones de estadounidenses ya cuentan con al menos una dosis administrada, lo que representa casi la mitad de la población de Estados Unidos.
En los últimos tres meses los casos de Covid-19 con la variante B.1.1.7, altamente contagiosa que afectó Reino Unido, se multiplicó por diez en Florida, al pasar de unos 232 a mediados de febrero a 2.351 hasta el viernes 3 de abril, posicionado al estado en el primer lugar de infecciones en la nación con este tipo de cepa, de acuerdo con los datos de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) analizados por el Proyecto ITEMP.
“Si bien las investigaciones aún están en curso, es posible que la variante B.1.17 se haya introducido en Florida antes que en otras partes del país como resultado de un viaje. Florida también es líder nacional en secuenciación genética, que es la forma en que identificaría la variante”, admitió un portavoz del Departamento de Salud estatal en respuesta a una consulta.
El privilegio natural de Florida con sus grandes ciudades rodeadas de playas y cubiertas de sol todo el año puede ser, al mismo tiempo, la peor amenaza para sus residentes quienes en las últimas semanas vieron cómo las multitudes de viajeros locales y extranjeros están regresando sin precauciones y olvidando la situación actual.
Los datos públicos y las consultas realizadas por el Proyecto ITEMP muestran que los mayores flujos de visitantes, si bien ayudarían a reactivar la economía local, también pueden conducir a serios problemas de salud pública.
El repunte de casos en las últimas semanas de marzo podría ser una señal.
No obstante, en la calle hay una sensación de victoria y tranquilidad en vista de que la vacuna llegó, las hospitalizaciones están disminuyendo al igual que las muertes por la pandemia.
El mapa de los CDC con cifras sobre las tres variantes más contagiosas, la B.1.1.7 (británica), B.1.351 (sudafricana) y P.1 (brasileña) revelaron que hasta el sábado tres de abril Florida tenía unos 2.400 casos de coronavirus derivados por las nuevas cepas. La variante B.1.1.7 es la que mayor propagación ha tenido con 2.351 contagios.
Michigan es el segundo estado de la nación con más variantes positivas detectadas.
Florida ha visto un repunte de casos de Covid-19 en la última semana de marzo, cuando la tendencia era a la baja a principios del mes. Solo el 31 de marzo hubo 6,873 casos positivos para un total de 2,077,032 diagnósticos hasta el 2 de abril.
“En general, de todos los estados del país, Florida es el quinto más visitado por los viajeros internacionales, pero a la vez es el único estado en la parte superior de esos cinco sin un mandato de máscaras”, dijo Aileen Marty, profesora de enfermedades infecciosas en la Universidad Internacional de Florida (FIU).
Los datos de viajes revelan que los principales “países de origen” (de donde provienen las personas) que viajan a Florida en 2019, según cifras preliminares, fueron Canadá (3,6 millones), el Reino Unido (1,5 millones), Brasil (1,2 millones) y Colombia. (610.000). Si bien las cifras bajaron durante 2020, el porcentaje se mantuvo igual, explicó la profesora Marty.
“La variante B.1.1.7 ha aumentado significativamente la transmisión y ningún mandato de máscara facilita enormemente su propagación”, advirtió la profesora la especialista, quien tiene más de 40 años de trabajo clínico y de investigación en los campos de enfermedades infecciosas y salud pública.
Algunas variantes del coronavirus descubiertas en el último año pueden evadir parcialmente los anticuerpos generados en respuesta a la vacunación y la infección previa, lo que genera temores de que las vacunas sean menos efectivas contra las variantes que contra la cepa original del virus, descubrieron los científicos según una investigación publicada en la revista Nature en marzo.
Detectado por primera vez en Reino Unido, B.1.1.7 es ahora la cepa dominante allí y se está extendiendo ampliamente por Europa y buena parte de Estados Unidos con Florida en el ojo del huracán.
Sin medidas de control y vacunas, la “variante británica” podría causar una pandemia más mortal que las versiones del virus que circulaban anteriormente, admitieron los investigadores.
Un estudio publicado en Londres en marzo pasado reveló que las personas infectadas con la variante B.1.1.7 tienen un mayor riesgo de morir que las personas con otras cepas circulantes, independientemente de su edad, sexo y problemas de salud preexistentes.
Para Florida, con ciudades como Miami y Orlando que reciben millones de turistas nacionales y del extranjero, la reactivación de los viajes aéreos, barcos y por carretera conforme el plan nacional de vacunación avanza, es una esperanza para su economía siempre y cuando los protocolos de uso de máscara y distanciamiento se sigan cumpliendo, señalan los expertos.
El Estado del Sol fue en 2020 el principal puerto de entrada a Estados Unidos para visitantes extranjeros, desbancando a Nueva York por primera vez en una década, según datos de la Oficina Nacional de Viajes y Turismo (NTTO).
Entre enero y febrero de 2021 llegaron 252 mil extranjeros a los terminales de Miami, Fort Lauderdale y Orlando, los principales de Florida, un reflejo de que la industria de viajes se está reactivando tímidamente, pero puede traer consigo graves problemas como los visto en Miami Beach en la temporada vacacional de sprint break, con miles de jóvenes aglomerados y sin máscaras.
Si bien el Gobierno federal exige que todos los pasajeros aéreos que llegan a los Estados Unidos, incluidos estadounidenses, deben tener un test negativo de la prueba Covid-19 o documentación de recuperación de la enfermedad antes de regresar, los científicos siguen atribuyendo la propagación de las variantes a los viajes ya no solo entre países, sino entre estados de la unión.
“Las restricciones de viaje no han funcionado en general. No solo el virus es demasiado rápido para nosotros, sino que todas las restricciones tienen agujeros para los viajes y el transporte de mercancías esenciales en la economía global”, admitió un prominente investigador experto en inmunología quien pidió no revelar su nombre para esta historia.
En enero al aeropuerto de Miami arribaron 374,345 pasajeros, incluyendo ciudadanos estadounidenses, 20 mil más que en diciembre de 2020, de acuerdo con la NTTO.
En febrero esa terminal se convirtió en la primera puerta de entrada para visitantes extranjeros de todo el país, muestran los datos, lo que deja ver que, si bien un mayor flujo de turistas es fuente de actividad económica, también lo es de variantes del virus sin las precauciones y controles disminuyen.
Los estudios clínicos mostraron que 12,500 casos con la variante B.1.1.7 estaban presentes en el país para un total de 13,000 reportes con las cepas B.1.351 y P1 agregadas.
Los casos identificados por los CDC se basan apenas en un muestreo de pruebas positivas para SARS-CoV-2 (el virus que causa Covid-19) y no representan el número total de casos de linaje que pueden estar circulando por toda la nación en este momento.
En el caso de Florida “la clave para controlar todo esto es una aceptación de la vacuna mucho mayor que la que hasta ahora ha sido evidente en la comunidad hispana y, lo que es aún más importante, alentar a la comunidad a redoblar las medidas de sentido común que controlan la propagación”, expresó el investigador.
“Máscaras, lavado de manos, desinfectante de manos y distanciamiento social: la idea de que puedes amar a alguien tanto desde una distancia de 6 pies como en una proximidad más cercana”, agregó.
Para la variante P.1 descubierta en Brasil y que golpea con fuerza a la ciudad de Manaos (norte) desde principio de años, los investigadores de los CDC hallaron pocos casos dentro de Estados Unidos en consideración con las variantes sudafricanas o británicas, en parte porque el flujo de viajeros de Brasil a EEUU ha caído en 93% con respecto a 2020.
Brasil ha sido uno de los países más afectados por la pandemia en los últimos tres meses con unos 12,9 millones de casos hasta el comienzo de abril. Tiene el segundo número de muertos más alto del mundo, solo superado por los Estados Unidos, y a medida que el virus se propaga los científicos detectan que su propia cepa (P.1) tienen un poder de contagio superior que no permite vislumbrar un fin de la crisis a corto plazo.
Unos 9,300 brasileños visitaron el país entre enero y febrero, según registros de la NTTO, y de enero a marzo hubo 1,131 vuelos comerciales y de cargas entre ambas naciones, muestran los análisis de vuelos del software de aviación FlightAware provistos a ITEMP.
La cifra de visitantes desde Brasil como país de residencial representa una caída de 97% en comparación con 2020, cuando en el mismo período llegaron 350, 900 visitantes de esa zona.
Sin cambios a la vista
Para el Departamento de Estado el aviso de viajes para Brasil está actualmente en un “Nivel 4” que recomienda a sus ciudadanos evitar los desplazamientos a esa región o seguir los protocolos de los CDC si ha estado allí. Sin embargo, el Gobierno federal ha evitado suspender por completo los vuelos entre ambos países.
“No especularíamos sobre acciones futuras relacionadas con los viajes a Estados Unidos”, admitió un vocero del Departamento de Estado consultado sobre un eventual cierre de vuelos con Brasil.
“La Proclamación Presidencial geográfica que restringen los viajes debido al Covid-19 permanecen vigentes y continúan aplicándose a los posibles viajeros, independientemente de los resultados de sus pruebas o el estado de vacunación”.
En Brasil se han reportado dos linajes casi en simultáneo en los estados de Amazonas (P.1) y Río de Janeiro (P.2), que comparten mutaciones con las cepas B.1.1.7 y B.1.1.351 asociados con transmisibilidad creciente de COVID-19 en ese país suramericano, de acuerdo con un estudio publicado en marzo en la revista científica Nature.
Al modelizar la propagación de la P.1 y sus posibles efectos durante la segunda oleada en la ciudad brasileña de Manaos, los investigadores estimaron que la variante era hasta dos veces más transmisible que otros linajes y que era capaz de evadir parte de la inmunidad conferida por infecciones anteriores.
Con Florida como el principal polo de la migración brasileña en Estados Unidos y primer destino turístico y de inversiones para esta comunidad, la crisis de salud pública que vive Brasil es también objeto de preocupación por su eventual impacto a medida que los intercambios de viajes se reanudan.
Para del Departamento de Salud de Florida lo clave frente a las nuevas variantes será la vacunación.
“El Departamento recomienda vacunarse y seguir las mismas medidas de mitigación utilizadas para limitar la exposición al COVID, que también son efectivas contra las variantes”, declaró un portavoz de esta entidad estatal en un correo electrónico.
Aileen Marty, la profesora de la Universidad Internacional de Florida (UIF), sugiere que el próximo gran paso para las autoridades de Florida será lograr expandir el proceso de vacunación entre sus residentes, pero con un énfasis clave en una de sus industrias más vulnerables, el turismo.
“Tan pronto como Pfizer/BioNtech o Moderna obtengan la licencia completa de la UIF (no solo una Autorización de Uso de Emergencia), se requieren vacunas en las escuelas y lugares de trabajo. Hay que asegurar que la industria de la hospitalidad, en particular, esté bien vacunada, ya que las personas en esta cadena tienen más probabilidades de encontrar nuevas variantes importadas que pueden aumentar los problemas de nuestra comunidad”, sugirió.
Para esta especialista lo más importante será “fomentar encarecidamente el uso de máscaras, la higiene y el distanciamiento físico. Hay que seguir a la ciencia”.
Hasta el momento la vacuna Pfizer de dos inyecciones es muy eficaz para prevenir el Covid-19 grave, según un análisis hecho a más de un millón de personas en Israel. Pero el estudio también cubrió un período en el que la variante emergente B.1.1.7 circulaba ampliamente en ese país de Medio Oriente, lo que sugiere que la inyección es eficaz para prevenir el virus causado por esa sepa.
A las puertas de un hotel boutique en Miami Beach, varios huéspedes están esperando por sus maletas mientras otros entran y salen, conversando, tomando fotos, riendo, mientras miles de partículas de saliva son dispersadas porque ninguno de ellos, más allá de los empleados del establecimiento, llevan máscaras cubrebocas, un panorama común por estos días en una ciudad colmada de visitantes por las vacaciones de pascuas.
“Cuanto mejor trabajemos ahora para suprimir el coronavirus, menor será el riesgo de problemas persistentes y nuevas sepas o enfermedades de esta forma en el futuro”, dijo la profesora Marty.