“Yo no soy un socialista”
Joe Biden ha prometido ser un presidente para todos los estadounidenses, sin importar el bando político al que pertenezcan. Al fin de cuentas, esa es la misión de los políticos. La consigna de su campaña frente a Donald Trump es restaurar “el alma de Estados Unidos”, una frase que expone cuán divida está la nación. En esta entrevista el candidato presidencial del Partido Demócrata se despojó del mantra con el que sus detractores le señalan.
En medio de un ambiente real de caos, Estados Unidos luce como una nación ansiosa y agotada que, además de atravesar una apocalíptica pandemia y arrastrar sus consecuencias, debe elegir un nuevo presidente. Si hay algo más allá de la política o la ideología luego del tres de noviembre de 2020, Joe Biden dice que, si resulta vencedor de las elecciones frente al presidente Donal Trump, promete ser un líder para todos los estadounidenses, incluso para aquellos que no lo apoyan.
La promesa puede sonar como un cliché partidista, pero debería no serlo en medio de la agenda nacional: pandemia, el desempleo, conflictos raciales, la polarización. Biden (Pennsylvania, 1942) lo admitió en una entrevista exclusiva con el DIARIO LAS AMÉRICAS, la única concedida a un periódico hispano de Florida, donde se despoja, una vez más, del mantra con el que sus detractores le señalan: “seré bien claro: yo no soy socialista”.
El proyecto ITEMP reproduce esta entrevista en el marco de la alianza con Diario Las Américas. Los derechos de autor corresponden a este periódico e ITEMP cumple con publicar la historia, íntegra, según su versión original.
El veterano candidato del partido Demócrata, dos veces exvicepresidente durante la administración de Barack Obama (2009-2017) y con medio siglo de carrera política a cuestas, habló sobre los retos que encara en caso de llegar a la Casa Blanca donde asegura, atajar la propagación del coronavirus es su mayor empresa. Así también, Biden se ofrece “para convertir la división en unidad y unirnos”.
Sus planes sobres las dictaduras de Cuba y Venezuela, el papel de la inmigración desde ambos países, los desafíos que plantea la presencia rusa y china para Latinoamérica, sin descuidar la necesidad de auxiliar al hemisferio en medio de los estragos por la pandemia, fueron algunos de los temas respondidos.
“Como presidente, mi política hacia Cuba se regirá por dos principios: primero, los estadounidenses, especialmente los cubanoamericanos, serán los mejores embajadores de la libertad en Cuba. En segundo lugar, empoderar al pueblo cubano para que determine su propio futuro es fundamental”.
¿Cómo logrará un equilibrio entre algunos seguidores del Partido Demócrata, que son considerados de extrema izquierda? ¿Qué necesita usted para cerrar la brecha?
-Seré bien claro: yo no soy socialista. Y una amplia y unida coalición de demócratas, republicanos e independientes se ha unido a mí y a mi visión para el futuro del país. Trump recurre a la mentira, la desinformación, todo para distraer la atención ante sus fracasos como presidente.
Mi promesa es ser un presidente para todos los americanos, no solo para aquellos que están de acuerdo conmigo y votaron por mí. Y a diferencia de la persona que ocupa la Casa Blanca hoy yo gobernaré con justicia, transparente y democráticamente. Me enfrentaré al hombre autoritario, a los dictadores y autócratas, tanto de izquierda como de derecha, así como lo he hecho durante toda mi carrera.
¿Por qué los votantes hispanos que emitirán su voto por primera vez deberían hacerlo por Joe Biden?
-Este es mi compromiso para con los votantes hispanos en toda esta nación: nunca dejaré de luchar por usted o por un EEUU en el que todos, sin importar de dónde venimos o los problemas que enfrentamos, tengamos una oportunidad justa de tener éxito. Usted merece algo mejor que el trato que ha recibido del presidente actual durante los últimos cuatro años.
Como su presidente, trabajaré muy duro para acercarnos a la visión de EEUU establecida en nuestros documentos fundacionales -todas las mujeres y hombres son creados iguales- y cumpliré mi agenda integral para la comunidad hispana.
– ¿Cómo se prepara para implementar esto?
-Esto comienza con la implementación de una estrategia real a nivel nacional para controlar este virus, que ha afectado desproporcionadamente a la comunidad hispana. Me aseguraré de sacar nuestra economía de esta recesión reconstruyendo mejor y creando millones de buenos trabajos en el futuro. Abogaré para que las pequeñas empresas hispanas obtengan el crédito y el capital que necesitan para crecer. Me aseguraré de que los puertorriqueños nunca más sean tratados como ciudadanos de segunda clase y me aseguraré de que la Isla obtenga los recursos que necesita, no solo para recuperarse, sino para prosperar.
En lugar de pedirle a la Corte Suprema que derogue la Ley del Cuidado de Salud Asequible, eliminando así la cobertura de más de 4.3 millones de hispanos, protegeré y construiré alrededor del Obamacare para que ustedes puedan mantener su seguro privado o elegir una opción pública similar al Medicare. Y aumentaré los subsidios para reducir sus primas, deducibles y gastos de bolsillo. También reduciré el costo de los medicamentos recetados en un 60%. Y en contraste al presidente Trump que está deportando a miles de cubanos y venezolanos a sus países bajo dictaduras en este momento, yo restauraré nuestros valores como una nación de inmigrantes, protegeré a los soñadores y a los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (“TPS” por sus siglas en inglés) y otorgaré TPS a los venezolanos.
Por encima de todo, lideraré con mis valores, mi fe y una comprensión fundamental de algo que Donald Trump nunca ha entendido: somos más fuertes, somos más ricos, y somos mejores gracias a nuestra diversidad.
La campaña de Biden y Kamala Harris ha promovido la imagen de un equipo que sabe los riesgos del Covid -19 (Adam Schultz / Biden for President)
El veterano candidato del partido Demócrata, dos veces exvicepresidente durante la administración de Barack Obama (2009-2017) y con medio siglo de carrera política a cuestas, habló sobre los retos que encara en caso de llegar a la Casa Blanca donde asegura, atajar la propagación del coronavirus es su mayor empresa. Así también, Biden se ofrece “para convertir la división en unidad y unirnos”.
Sus planes sobres las dictaduras de Cuba y Venezuela, el papel de la inmigración desde ambos países, los desafíos que plantea la presencia rusa y china para Latinoamérica, sin descuidar la necesidad de auxiliar al hemisferio en medio de los estragos por la pandemia, fueron algunos de los temas respondidos.
“Como presidente, mi política hacia Cuba se regirá por dos principios: primero, los estadounidenses, especialmente los cubanoamericanos, serán los mejores embajadores de la libertad en Cuba. En segundo lugar, empoderar al pueblo cubano para que determine su propio futuro es fundamental”.
¿Cómo logrará un equilibrio entre algunos seguidores del Partido Demócrata, que son considerados de extrema izquierda? ¿Qué necesita usted para cerrar la brecha?
-Seré bien claro: yo no soy socialista. Y una amplia y unida coalición de demócratas, republicanos e independientes se ha unido a mí y a mi visión para el futuro del país. Trump recurre a la mentira, la desinformación, todo para distraer la atención ante sus fracasos como presidente.
Mi promesa es ser un presidente para todos los americanos, no solo para aquellos que están de acuerdo conmigo y votaron por mí. Y a diferencia de la persona que ocupa la Casa Blanca hoy yo gobernaré con justicia, transparente y democráticamente. Me enfrentaré al hombre autoritario, a los dictadores y autócratas, tanto de izquierda como de derecha, así como lo he hecho durante toda mi carrera.
¿Por qué los votantes hispanos que emitirán su voto por primera vez deberían hacerlo por Joe Biden?
-Este es mi compromiso para con los votantes hispanos en toda esta nación: nunca dejaré de luchar por usted o por un EEUU en el que todos, sin importar de dónde venimos o los problemas que enfrentamos, tengamos una oportunidad justa de tener éxito. Usted merece algo mejor que el trato que ha recibido del presidente actual durante los últimos cuatro años.
Como su presidente, trabajaré muy duro para acercarnos a la visión de EEUU establecida en nuestros documentos fundacionales -todas las mujeres y hombres son creados iguales- y cumpliré mi agenda integral para la comunidad hispana.
– ¿Cómo se prepara para implementar esto?
-Esto comienza con la implementación de una estrategia real a nivel nacional para controlar este virus, que ha afectado desproporcionadamente a la comunidad hispana. Me aseguraré de sacar nuestra economía de esta recesión reconstruyendo mejor y creando millones de buenos trabajos en el futuro. Abogaré para que las pequeñas empresas hispanas obtengan el crédito y el capital que necesitan para crecer. Me aseguraré de que los puertorriqueños nunca más sean tratados como ciudadanos de segunda clase y me aseguraré de que la Isla obtenga los recursos que necesita, no solo para recuperarse, sino para prosperar.
En lugar de pedirle a la Corte Suprema que derogue la Ley del Cuidado de Salud Asequible, eliminando así la cobertura de más de 4.3 millones de hispanos, protegeré y construiré alrededor del Obamacare para que ustedes puedan mantener su seguro privado o elegir una opción pública similar al Medicare. Y aumentaré los subsidios para reducir sus primas, deducibles y gastos de bolsillo. También reduciré el costo de los medicamentos recetados en un 60%. Y en contraste al presidente Trump que está deportando a miles de cubanos y venezolanos a sus países bajo dictaduras en este momento, yo restauraré nuestros valores como una nación de inmigrantes, protegeré a los soñadores y a los beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (“TPS” por sus siglas en inglés) y otorgaré TPS a los venezolanos.
Por encima de todo, lideraré con mis valores, mi fe y una comprensión fundamental de algo que Donald Trump nunca ha entendido: somos más fuertes, somos más ricos, y somos mejores gracias a nuestra diversidad.
Vicepresidente Biden durante un acto de campaña a principios de octubre (Pixabay)
– ¿Es el tema de la supremacía blanca un asunto partidista o un asunto de la nación en su conjunto? ¿Cómo piensa abordar a los grupos supremacistas blancos en Estados Unidos?
-Las palabras de un presidente son importantes, y el presidente Trump, a través de sus palabras y sus acciones, ha avivado repetidamente las llamas de la división y ha envalentonado a los grupos supremacistas blancos y sus actividades en Estados Unidos para beneficio propio y el de su agenda política personal. La Oficina Federal de Investigaciones designó a los grupos de supremacistas blancos como la amenaza de terrorismo interno más peligrosa que enfrenta este país. Sin embargo, el presidente Trump abraza las teorías de la conspiración y en repetidas ocasiones se ha negado a condenar a los supremacistas blancos. Sus acciones solo profundizan la polarización y la desconfianza que están dañando a nuestro país. Trump ve una oportunidad política en sembrar división en un momento en el que necesitamos un liderazgo que genere el consenso necesario para abordar las múltiples crisis que enfrentamos como país.
El presidente Trump abraza las teorías de la conspiración y en repetidas ocasiones se ha negado a condenar a los supremacistas blancos
Joe Biden
– ¿Cómo espera usted curar esa herida?
-Unir al país no será fácil. Nuestras divisiones de hoy son de vieja data. Las desigualdades económicas y raciales nos han determinado durante generaciones.
Pero les doy mi palabra: si soy elegido presidente, combinaré el ingenio y la buena voluntad de esta nación para convertir la división en unidad y unirnos. Creo que Estados Unidos está listo, y lo digo con las palabras de mi difunto amigo, el gran John Lewis, para dejar “por fin la pesada carga del odio” y con arduo trabajo, erradicar el racismo sistémico.
-La postura respecto a Venezuela y Cuba tiene gran influencia política en Florida. ¿Cuál es su posición al respecto?
-Mientras yo impulsaba la liberación de los presos políticos en Cuba como vicepresidente, el presidente Trump registraba su marca para hacer negocios en la Cuba autoritaria, burlando las sanciones.
La política de Trump hacia Cuba es todo un espectáculo barato. Su administración está deportando a cientos de cubanos a una dictadura y la represión del régimen solo ha aumentado bajo su supervisión. Hay casi 10.000 cubanos languideciendo en campamentos de carpas a lo largo de la frontera con México. Y él está separando a las familias cubanas mediante restricciones a las visitas familiares y las remesas.
– ¿Cuáles serán los principios de esa relación con la isla?
-Como presidente, mi política hacia Cuba se regirá por dos principios: primero, los estadounidenses, especialmente los cubanoamericanos, serán los mejores embajadores de la libertad en Cuba. En segundo lugar, empoderar al pueblo cubano para que determine su propio futuro es fundamental para los intereses de seguridad nacional de EEUU.
Como lo hice como vicepresidente, exigiré la liberación de los presos políticos y haré de los derechos humanos una pieza central y fundamental de nuestro compromiso diplomático. También volveré a abrir vías para una migración legal y segura desde la isla, incluidos el Programa de Libertad Condicional para la Reunificación Familiar Cubana y el Programa de Admisión de Refugiados Cubanos, lo antes posible. Estas personas han estado esperando su turno durante mucho tiempo y no es correcto que hayamos dejado este programa en pausa durante tanto tiempo.
-La situación de Venezuela es tan compleja como la de Cuba, ambos regímenes se retroalimentan
-Trump tampoco tiene alguna credibilidad en el tema de la lucha por la democracia y los derechos humanos en Venezuela. Con Trump, Nicolás Maduro se ha afianzado más en poder, el pueblo venezolano está atravesando una de las crisis humanitarias más graves del mundo, una crisis que solo está empeorando, y no hay perspectivas de elecciones libres y justas. Para colmo de males, Trump se ha negado a extender el TPS a los venezolanos en Estados Unidos y rechaza a los solicitantes de asilo venezolanos, sin tener en cuenta la opresión de la que están huyendo.
Unir al país no será fácil. Nuestras divisiones de hoy son de vieja data. Las desigualdades económicas y raciales nos han determinado durante generaciones.
Joe Biden
Durante mucho tiempo he condenado la corrupción y los abusos de la dictadura de Maduro. Cuando fui vicepresidente, encabecé el esfuerzo de imponer la primera ola de sanciones contra el régimen de Maduro. Como presidente, apoyaré al pueblo venezolano y la democracia al otorgar TPS a los venezolanos que ya se encuentran en EEUU y garantizaré que los solicitantes de asilo reciban la audiencia legal justa a la que tienen derecho. Movilizaré a la comunidad internacional para abordar la crisis humanitaria, presionar al régimen y sus facilitadores con sanciones coordinadas sobre todos los involucrados en la corrupción y los abusos de los derechos humanos, presionar por elecciones libres y justas y ayudar en la recuperación de Venezuela a largo plazo.
-La interferencia de Rusia y China en América Latina ha aumentado en la última década ¿Cómo lidiaría usted con tal realidad en la región?
-Rusia y China no pueden igualar nuestros extraordinarios lazos e historia común con los pueblos de América Latina y el Caribe. Pero considero que también debemos trabajar en reconstruir nuestra posición en América Latina y el Caribe. Trump ha debilitado nuestras instituciones democráticas, ha consentido dictadores, abandonado o intimidado a nuestros aliados democráticos y ha maltratado severamente a las poblaciones migrantes en los Estados Unidos. Como presidente, repararé el daño hecho a nuestras alianzas y nuestra reputación, y restauraré la posición de EEUU en el mundo.
Siempre defenderé la democracia y los derechos humanos y enfrentaré a los dictadores. Trabajaré en estrecha colaboración con nuestros socios clave en la región para construir una agenda que impulse el crecimiento económico inclusivo y aborde desafíos compartidos como el cambio climático y las pandemias.
– Si es elegido presidente, ¿cómo liderará el país después de la pandemia? ¿Cuál sería su enfoque y misión?
-Cuando el presidente Obama y yo fuimos elegidos, heredamos la peor recesión de la historia, muy similar a la recesión de la Gran Depresión. Lideré el cambio de rumbo, evité otra Gran Depresión y comencé la racha de crecimiento laboral más larga en la historia de nuestra nación. Estoy listo para hacerlo de nuevo.
Primero, tenemos que controlar esta pandemia. Tenemos 225.000 muertos en Estados Unidos y más de 8,7 millones de infectados. América Latina y el Caribe se han convertido en los nuevos epicentros del virus y, sin embargo, Trump simplemente se ha rendido. Agitó la bandera blanca y se rindió.
Tengo un plan para controlar esta pandemia creyendo en la ciencia y confiando en los expertos. Probar, rastrear y distribuir una vacuna de manera segura y equitativa, y asegurándonos de que nuestras escuelas y empresas tengan los recursos que necesitan para reabrir de manera segura. El esperar siendo negligente no es una estrategia: tenemos demasiada historia en común y demasiados lazos de amigos y familiares en la región como para darle la espalda a América Latina. Mi administración apoyará al hemisferio para coordinar una respuesta común ante el coronavirus. Afrontaremos juntos la pandemia. Porque los estadounidenses sabemos que mientras nuestros vecinos no estén seguros, nosotros tampoco estamos seguros.
Reconstruiré la infraestructura de EEUU – nuevas vías, puentes, carreteras, puertos, aeropuertos – e invertiré en nuestro futuro de energía limpia, todo esto creará millones de nuevos empleos bien pagados. Abordaremos el cambio climático, que ya está afectando a los hispanos en forma de huracanes, olas de calor e inundaciones extremas.
Ampliaremos la Ley del Cuidado de Salud Asequible ampliando la cobertura y reduciendo los costos de atención médica. Y cuidaremos de nuestros adultos mayores al enfrentar el abuso de poder por parte de las compañías de medicamentos recetados, al proteger a Medicare y al preservar y expandir el Seguro Social. Un paso fundamental para mi agenda es promover la equidad racial en todo momento para romper ese ciclo en el que, en los buenos tiempos, las comunidades hispanas se quedan atrás y en tiempos de crisis, se ven más afectadas y tardan más en recuperarse.
Los hispanos pertenecen en todas las mesas donde se toman decisiones que afectarán nuestro futuro, y en una Administración de Biden-Harris, serán parte de ello.
Carlos Tagliafico, María Delgado, Iliana Lavastida contribuyeron en la realización de esta entrevista
El proyecto ITEMP reproduce esta entrevista en el marco de la alianza con Diario Las Américas. Los derechos de autor corresponden a este periódico e ITEMP cumple con publicarlo íntegro según su versión original. La entrevista fue realizada por Frank López Ballesteros, editor del Proyecto ITEMP y colaborador habitual en el Diario Las Américas